Permiso para sentir

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Date permiso para sentir, si para sentir, porque parece que no nos permitimos algunas emociones.

Se habla de emociones positivas/negativas, y no comparto este tipo de clasificación, no lo considero útil, ni apropiado. Observo las emociones en como son experimentadas, pero esta experiencia no viene determinada por la propia emoción. Ya que las emociones llamadas negativas, en ocasiones son buscadas e incluso disfrutadas.

Observemos la tristeza, una emoción de las llamadas negativas, que sin embargo en algunos momentos la buscamos, e incluso disfrutamos de ella. Un ejemplo de esto es cuando pones una canción, o una película que sabes que te hará sentir tristeza e incluso llorar,  pero buscas esta experiencia y la disfrutas. Algo similar podemos observar con la ansiedad que se experimenta con una intensa activación fisiológica, esas sensaciones son las que buscamos cuando realizamos actividades que “producen una descarga de adrenalina”, conducir rápido, aceptar un reto…, es una experiencia que te gusta, y que buscas. En ambos casos podemos ver como una emoción de las llamadas negativas se experimentan como algo agradable, por lo que su experiencia como agradable o desagradable no viene determinada por la emoción en sí misma.

Desde luego el concepto de emoción negativa invita a su rechazo. No queremos algo negativo, e intentaremos evitarlo. Y si lo siento, procuraré que otros no se den cuenta, no está bien visto… Pero pretender ocultar, inhibir y evitar las emociones es algo que puede resultar perjudicial para nuestra salud mental.

Las emociones cumplen una función adaptativa y en consecuencia son beneficiosas. Creo importante decir que, cuando las emociones se presentan de forma que producen bloqueo, interfieren de forma importante en nuestra vida, en la vida de las personas que nos rodean, o provocan un intenso malestar o un deterioro de algún área importante, están perdiendo su función adaptativa y lo más recomendable es acudir a un profesional para su valoración porque las emociones no son causa, son efecto.

Así que, date permiso para sentir, porque las emociones no son negativas y aceptarlas, experimentarlas y expresarlas es beneficioso para ti.

Psicóloga Carmen Martín / Tel: 916334774 / info@psicologa-carmenmartin.es

3 Comments on “Permiso para sentir”

  1. Yo creo que es importante saber diferenciarlas pese a que, llegado el momento, tiremos de ellas. Como bien has dicho cuando ponemos una canción o una película tristes, en ese momento queremos sentir y vivir esa emoción. Pero aunque queramos dejarnos llevar en ciertas ocasiones, hay que tener claro que es positivo y que no. Yo tampoco diría que las emociones negativas son beneficiosas puesto que si nos estamos regodeando en ellas, que es lo que tendemos a hacer, eso es más perjudicial que otra cosa. Lo importante es ser consciente de ello y no sobrepasarnos.

    • Has dado en la clave. El problema surge cuando la emoción se presenta en una intensidad y/o frecuencia elevadas, pero no en la emoción en sí misma (un ejemplo de esto puede ser lo que comentas de regodearnos – alta intensidad/alta frecuencia según el tiempo que pasemos regodeandonos)
      Se puede observar en algunos trastornos clínicos en los que se presentan emociones que se denominan «positivas» en alta frecuencia/intensidad, que tienen como consecuencia daños e incluso llevan a poner en riesgo la propia vida y la de otros.
      Por lo que las emociones que son denominadas «negativas» también son funcionales y beneficiosas, en la misma medida que las denominadas «positivas»
      Gracias por tu opinión!

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