Discutir con mi pareja ¿Un camino sin salida?

“Siempre haces lo mismo. No deberías hacer eso. Tienes que cambiar. Las cosas deben hacerse de esta forma. Esto no es normal y no lo voy a permitir.  Tengo razón” y mientras dices esto vas elevando el tono, llegando a chillar. Exiges justicia. “Es una humillación intolerable, no lo puedo permitir”. Esto no soluciona el problema, y tampoco te hace sentir mejor.

DISCUTIR CON MI PAREJA by Tina Phillips

Imagen: Tina Phillips/ freedigitalphotos.net

La ira se ha apoderado de ti y te lleva inevitablemente a pensamientos exagerados, imprecisos y  demasiado dramáticos. Si este tipo de discusiones se hacen frecuentes, se va dañando la relación.

¿Qué podemos hacer? ¿Es realmente un camino sin salida?

Si quieres cambiar esto, que la ira (ni la tuya, ni la de tu pareja) controle tu discusión. Puedes tomar las riendas y manejar esta situación.

Toma las riendas

  1. Toma un tiempo, el suficiente para  poder hablar de ello con calma, di a tu pareja cuanto tiempo vas a tomar, para qué y cuándo deseas retomar la conversación. Si estás muy enfadado, no será fácil encontrar el camino.
  2. El objetivo, no es tener razón, no es ganar la discusión, es encontrar una solución que funcione para los dos. Céntrate en conseguirlo.
  3. Recuerda que tu pareja no va contra ti, no es tu enemigo. Y que una diferencia de opinión no es una agresión.
  4. Aunque parezca evidente, no sabe lo que pasa. No presupongas. Explícalo.
  5. No digas lo primero que se te pasa por la cabeza, piensa primero.
  6. Pide un cambio, no lo exijas.
  7. Utiliza un lenguaje concreto, sencillo y preciso, para explicar lo que te disgusta. Hablando de lo que hace y no de lo que es.
  8. Céntrate en el tema.
  9. Habla de lo que deseas que suceda, no de lo que debe suceder.
  10. Si has decidido tomar las riendas y tu pareja te crítica, recuerda que tú tienes las riendas, no contraataques.  Una crítica, es una opinión, y una opinión se genera por percepciones, algo puedes estar haciendo que le haga pensar así. Intenta averiguar qué es concretamente, lo que le lleva a esa conclusión. Escuchando muy atentamente, asegurándote de que lo has entendido. Pide aclaraciones para averiguar y llegar a lo concreto. Cuando lo averigües estas en el camino, ahora puedes buscar soluciones.

Recuerda frecuentemente, el objetivo.

Seguir estas pautas no es conformarse ni tener una actitud pasiva, sino todo lo contrario. Tomar las riendas es decidir y conducir la situación hasta conseguir tú objetivo.

¿Te atreves a tomar las riendas?

Psicóloga Carmen Martín / Tel.: 916334774 / info@psicologa-carmenmartin.es

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