¿Por qué funciona la terapia psicológica?

Creas, o no en los psicólogos y en la efectividad de los tratamientos psicológicos. Los psicólogos trabajamos con aspectos como los comportamientos, creencias, pensamientos, emociones, etc. Y está científicamente demostrado, que los cambios en estos aspectos producen efectos.
Quizá ayude a entender porque funciona la terapia psicológica una breve y no exhaustiva descripción de los sistemas complejos que conforman la experiencia vital de cada persona.
- Biológico: el cuerpo físico; órganos, tejidos, sistemas de tejidos y funciones, este sistema incluye desde la bioquímica a cualquier otro sistema orgánico más global.
- Psicológico/mental: como creencias, pensamientos, emociones…
- Comportamientos; cualquier cosa que hacemos.
- Entorno físico y social: desde factores físicos como la exposición a la luz solar hasta los comportamientos de otras personas.
Las personas funcionamos en una compleja interacción de sistemas (biológico, psicológico, conductual, y entorno físico y social), que podemos separar conceptualmente, pero que en realidad están interconectados y en constante interacción, de forma que cualquier cambio en uno de ellos afecta inevitablemente a los otros.
Por ejemplo, un cambio en un patrón de comportamiento, lleva a modificaciones en conexiones neuronales, e incluso a modificar estructuras cerebrales. El tan mencionado estudio de Eleanor Maguire y los taxistas de Londres, Wellcome Trust de Neuroimagen (University College London), establece una relación proporcional entre los años de experiencia profesional de los taxistas de Londres y el volumen posterior de sus hipocampos. Es decir, se llegan a producir cambios en estructuras cerebrales a través de la experiencia de navegación dando cabida a la representación interna de Londres.
Es evidente también, que la práctica cotidiana de ejercicio físico produce cambios en el tono y volumen muscular, el incremento/disminución en determinadas sustancias internas, y también está demostrado su efecto en el estado de ánimo, la motivación…
Es bien conocido por todos que el estrés tiene efectos a nivel conductual y biológico, produciendo cambios en el sistema digestivo y en la piel, entre otros. Actualmente casi cualquier persona ha experimentado los efectos del estrés en su organismo.
Como comentaba al inicio de este post, todos los sistemas descritos están relacionados. Por tanto, también cambios en nuestras creencias y pensamientos tienen efectos en el resto de los sistemas. Te invito a experimentar con la lectura del siguiente texto, lee despacio e imaginando lo que dice en él.
“Imagina un limón, visualiza el limón.
Ahora, lo pelas, lo hueles, lo partes por la mitad con un cuchillo afilado.
Lo acercas a la boca, lo muerdes y lo saboreas mientras tu boca se ha llenado de zumo.
Sacas el limón de tu boca y lo exprimes dejando que el ácido caiga lentamente en tu lengua.
Sigue imaginando, el ácido su textura, su sabor…”
Si has dedicado el tiempo suficiente incluso puede que hayas llegado a salivar. En realidad tu organismo ha reaccionado a tu pensamiento, el limón no existe en realidad. Pero, si has experimentado el efecto de este pensamiento en tu cuerpo, puedes imaginar los efectos de otros pensamientos y creencias en tu organismo y en tu experiencia vital.
He expuesto aquí algunos ejemplos de los efectos que se producen en nuestro organismo, cuando actuamos en algunos de aquellos conceptos sobre los que trabajamos los psicólogos.
Realmente lo importante no es que creas o no en nuestro trabajo. Si no más bien que te des cuenta de que eres un gran universo de sistemas, que tú mismo puedes alterar cualquier aspecto de este inmenso y complejo universo, y en consecuencia experimentar los cambios en tu experiencia vital. Los psicólogos somos un recurso viable y fiable, que puedes utilizar.