PSICÓPATAS. DEL MITO DEL CINE A LA REALIDAD SOCIAL

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Photo by Vijay Putra on Pexels.com

La personalidad psicopática está mitificada y mal entendida en general por nuestra sociedad, y el mantenimiento del mito mantiene a millones de personas en riesgo de sufrir el abuso, la depredación y la destrucción psicológica, emocional y física de millones de personas.

La sociedad en general entiende que las personalidades psicopáticas están limitadas al ámbito penitenciario y delictivo. Sin embargo, la realidad no es tal. 

El estudio de la del Departamento de Personalidad de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid “Prevalence of Psychopathy in the General Adult Population: A Systematic Review and Meta-Analysis”  concluye que la prevalencia de la psicopatía en la población general adulta se puede estimar en 4,5%. Si bien hay psicópatas en la población penitenciaria, hay una tasa nada desdeñable de psicópatas en la población general. 

En este sentido es importante saber que la comisión de un delito o el haber ingresado en prisión no define una personalidad psicopática, si no una serie de rasgos que se manifiestan en un patrón estable en la forma de percibir, sentir y comportarse en el mundo. De forma que podemos encontrar los mismos patrones en personas con las que nos relacionamos diariamente hayan o no entrado en prisión.

Es importante señalar que la psicopatía no es una enfermedad, aunque, dentro del DSM-5 los rasgos y conductas características encuadran en el Trastorno de personalidad antisocial. El concepto de enfermedad como experiencia de sufrimiento que me daña y que quiero cambiar, no es así para las personalidades con estos rasgos. Las personalidades psicopáticas tienen total conciencia de sus acciones, intenciones y del daño que provocan, pero no observan que haya algo malo en ello, ni algo que le genere el mínimo sufrimiento,  más bien beneficios, por lo que no tiene sentido para ellos que lo quieran cambiar. Por lo que en caso de encontrar alguno, lo mejor que puedes hacer es lo que recomendaba Robert Hare; “Si tienes un psicópata en tu vida, no te detengas, corre”.

Ahora que sabes que estas personalidades están en nuestra sociedad, son padres, madres, hermanos, amigos, parejas… y que producen daño y destrucción, una de las formas de protegerse del daño que generan es identificarlos para poder alejarse de ell@s y de su círculo de influencia. 

No es muy alentador, pero es en principio difícil reconocer estas personalidades, ya que se camuflan con tremenda facilidad, son lo que los demás queremos que sean y cambian el camuflaje en su beneficio de un minuto al siguiente con una facilidad pasmosa. El mantenerse camuflados es fundamental para su supervivencia, ya que viven habitualmente de forma parasitaria, y si descubrieras la realidad de sus acciones e intenciones no le dejarías ni un minuto en tu vida. Es por esta capacidad de camuflarse que se les denomina “psicopatas encubiertos”.  El camuflaje, las máscaras, el show les permiten seguir depredando con sus insidiosas conductas. Es la ausencia de empatía, remordimientos, conciencia moral, lo que les permite simular, mentir, estafar y manipular a las personas en su propio beneficio sin hacerse el más mínimo cuestionamiento. 

No es en absoluto recomendable dedicarte a identificar psicópatas, conducta muy habitual en las personas que han sido víctimas y que solo pretenden protegerse de recibir de nuevo el daño recibido por el insidioso abuso. Sin embargo, aprender a identificar las conductas dañinas, aprender a poner límites para no permitir en tu vida estas conductas vengan de un psicópata, un narcisista o el/la más sant@ y buen@ que puedas imaginar.

Del mito del cine a la realidad, la realidad de miles de personas totalmente destruidas (socialmente, económicamente, psicológica, emocional y físicamente) tras una relación con alguno de ell@s. Y algunas de ellas sin aún descubrir la causa de tal destrucción, otras están siendo depredadas sin saberlo. Y las víctimas de estas y otras personalidades que exhiben conductas insidiosas, son las víctimas más incomprendidas, más olvidadas, más culpabilizadas que sufren una y otra vez la revictimización por una sociedad inocente y manipulada. 

Has de saber que por grande que sea la destrucción contamos con tratamientos especializados eficaces para las víctimas. Que las víctimas tienen la capacidad de recuperarse, cambiar sus vidas, y brillar incluso con más luz  de la que brillaban antes de pasar por esta experiencia. 

El conocimiento es poder y espero que este post haga más poderos@.

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